sábado, 28 de junio de 2008

Miró: Tierra

"Sí - le diría un día a Yvon Taillandier -, trabajo como un hortelano o como un vendimiador. Las cosas llegan lentamente. Mi vocabulario de formas, por ejemplo, no lo descubrí de pronto. Se formó casi a mi pesar. Las cosas siguen su curso natural. Crecen, maduran. Hay que injertar. Hay que regar, como con la ensalada. La cosa madura en mi espíritu. De modo que trabajo siempre en muchas cosas a la vez. E incluso en campos distintos: pintura, grabado, litografía, escultura, cerámica.(...) Para mí, un objeto es algo vivo: este cigarrillo, esta caja de cerillas contienen una vida secreta, mucho más intensa que algunos humanos. Cuando veo un árbol recio recibo una impresión, como si fuera algo que respirase, que hablara. Un árbol es también algo humano.(...) Trabajo en un estado de pasión y arrebato. Cuando comienzo una tela, obedezco a un impulso físico, la necesidad de lanzarme; es como una descarga física. Naturalmente, una tela no puede satisfacerme enseguida. Y al principio siento ese malestar que le he descrito. Pero como soy muy peleón en esas cosas, entablo el combate. Es un combate entre yo y lo que hago, entre yo y la tela, entre yo y mi malestar. Este combate me excita y me apasiona. Trabajo hasta que cesa el malestar."

viernes, 27 de junio de 2008

Debería uno conservar el recuerdo de la última vez que caminó de la mano de su padre.

"En ese momento mi abuelo ha hundido la hoja del cuchillo en el centro de la sandía. La corta siguiendo su línea ecuatorial y termina de separar con sus manos las dos mitades, que se dividen con un crujido geológico de la dura corteza y de la pulpa roja y luminosa, punteada de pepitas negras, reluciente del jugo fresco que dentro de un instante sorberemos todos con un ruido unánime. El interior de la sandía es de un rojo tan fuerte como el núcleo de níquel y de hierro fundidos en las ilustraciones sobre el centro de la Tierra que vienen en mi libro de Ciencias Naturales. Con el cuchillo en la mano y la sandía abierta sobre la mesa, mi abuelo se queda un momento pensativo, y no empieza a cortar la primera tajada.
-Muy bien -dice, mirándome por encima de los dos hemisferios rojos de la sandía enorme-. Me he enterado de todo. Suben en un cohete y llegan a la Luna. No hay nada en ella, no se cría nada, no llueve nunca, no se puede respirar, pero bueno, da lo mismo. Sólo me queda una duda. Cuando lleguen a la Luna, ¿cómo entran en ella?"

jueves, 19 de junio de 2008

Russian Roulette


Visto en Condiciones Adversas ...

lunes, 16 de junio de 2008

viernes, 13 de junio de 2008

domingo, 8 de junio de 2008

¿Algo para picar?


All of it. None of it. Only the shame.

"MY LORD, when you ask me to tell the court in my own words, this is what I shall say. I am kept locked up here like some exotic animal, last survivor of a species they had thought extinct. They should let in people to view me, the girl-eater, svelte and dangerous, padding to and fro in my cage, my terrible green glance flickering past the bars, give them something to dream about, tucked up cosy in their beds at night. After my capture they clawed at each other to get a look at me. They would paid money for the privilege, I belive. They shouted abuse, and shook their fists at me, showing their teeth. It was unreal, somehow, frightening yet comic, the sight of them there, milling on the pavement like film extras, young men in cheap raincoats, and women with shopping bags, and one or two silent, grizzled characters who just stood, fixed on me hungrily, haggard with envy. Then a guard threw a blanket over my head and bundled me into a squad car. I laughed. There was something irresistibly funny in the way reality, banal as ever, was fulfilling my worst fantasies."

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http://en.wikipedia.org/wiki/Bollywood_songs